LAS TIC EN EDUCACIÓN: El caso de España
En este texto hablaremos del origen
del discurso/paradigma de la educación por competencias y su relación con la
sociedad de la información. Y pasaremos a centrarnos en cómo se ha ido
incorporando esta educación por competencias en nuestra legislación educativa.
Para entender este tema debemos
escoger una definición clara de lo que significa competencia. Nos vamos a
apoyar en la empleada por Cecilia Braslavsky que la define como “un saber hacer
con saber y con conciencia respecto del impacto de ese hacer” (es decir, ser
consciente de nuestra actuación ergo asumir la responsabilidad de la misma). Es
una definición de multitud posibles que se han dado, ya que es un término que
aún no ha quedado claro ni definido por completo.
En el Decreto 54/2014 de Educación
en Castilla la-Mancha se definen las competencias como “capacidades para
aplicar de forma integrada los contenidos propios de cada enseñanza y etapa
educativa, con el fin de lograr la realización adecuada de actividades y la
resolución eficaz de problemas complejos”.
¿Y qué son las competencias
básicas?
Las competencias básicas se
formulan para replantear el paradigma educativo por completo (provienen de una
serie de iniciativas europeas que se materializan a principios de milenio,
instaurando como novedades educativas estas competencias académicas, técnicas,
genéricas y sociales como unos conocimientos que deben ser universales y
transversales a todos los alumnos y materias que van a servir de base para el
completo desarrollo de la persona adaptándose a la sociedad moderna; y para ser
capaz a su vez de continuar esa persona el aprendizaje a lo largo de su vida),
en España reciben el nombre de competencias
básicas, pese a que en los informes europeos se formulan como competencias clave, y el significado de
unas y otras varía debido a la terminología.
Metámonos más de lleno, el término competencia proviene del mundo económico
para referirse a la cualificación para el trabajo. Es decir, se produce una
mercantilización de los términos empleados en la escuela (educación por
competencias = producto económico, este tipo de educación es un medio, y este medio nos llevará a un fin económico,
es por decirlo de alguna manera una inversión cultural y educativa con fines
económicos); pero el nombre no se escoge aleatoriamente, la implantación de las
competencias clave es realmente una forma de convertir a la escuela en un
producto de la sociedad de mercado. La escuela se ha convertido en una base que
prepara a los futuros trabajadores de una sociedad cada vez más global y en
continuo cambio y desarrollo. Para conseguir este “ciudadano tipo” deseado por
la sociedad de la comunicación y el mercado es necesario el desarrollo de las
personas (alumnos) en ciertas áreas ya no solo referidas a los conocimientos
académicos, se quiere dotar al alumno de unas destrezas sociales, individuales
y de trabajo que le sirvan para estar en continuo desarrollo parejo a la
sociedad.
La competencia “supone una
integración de conocimientos, destrezas (habilidades) y actitudes”. Es decir,
que la competencia cumple con una “dimensión cognitiva, dimensión instrumental
y dimensión actitudinal trabajadas de forma práctica y creativa” (J. Valle,
2013). Resumiendo: suponen una formación completa para el educando, enfocada
hacia sí mismo y realizada por él (con todos los recursos educativos como
elementos de apoyo para el desempeño).
En cuanto al término clave
(diferente de básica), quiere decir que este conocimiento es imprescindible,
que este conocimiento supone un punto de partida sobre el que generar toda una
red de conocimiento que nos sirve para desenvolvernos en la sociedad. En cuanto
al término básica, significa un conocimiento, una competencia, que debe ser “suficiente”
para desenvolvernos dentro del marco social y cultural que nos rodea (he ahí la
diferencia entre competencias clave y competencias básicas; unas son la base
que sirve para empezar el camino; las otras se supone que son suficientes).
¿A qué se debe este cambio
educativo?
Pues bien, el fracaso en cuanto a
la culturalización de las sociedades y el retraso de la escuela en materia de
actualidad y realidad social exigen la necesidad de crear un marco educativo
alejado de la discriminación, la marginación, etc. Y que se centra en los
principios de equidad de conocimiento a todos los ciudadanos por igual que, se
cree, nos hará participes directos de los cambios sociales y el desarrollo de
la comunidad evitando como sucedía en el pasado un desfase entre el avance
técnico-científico y la educación.
Pero, ¿de qué estamos hablando?
Este es un cuadro que reúne las
competencias planteadas en Europa y en España (aunque cada Comunidad Autónoma
tiene potestad para cambiar y especificar las competencias adaptándolas a su
situación):
EUROPA
|
ESPAÑA
|
1. Comunicación
en lengua materna
|
Comunicación lingüística
|
2. Comunicación
en lenguas extranjeras
|
|
3. Competencia
matemática, científica y técnica
|
Competencia matemática y
competencias básicas en ciencia y tecnología
|
4. Competencia
digital
|
Competencia
digital
|
5. Aprender
a aprender
|
Aprender a aprender
|
6. Competencia
cívica y social
|
Competencias
sociales y cívicas
|
7. Sentido
emprendedor e iniciativa
|
Sentido de iniciativa y espíritu emprendedor
|
8. Sentido
y expresión cultural
|
Conciencia
y expresiones culturales
|
Como se puede observar las
competencias en España son una adaptación casi literal de lo aplicado para toda
Europa; y es que en España este tipo de educación por competencias llega tras
la “recomendación” europea para aplicarla como un novedoso y mejor método. Y
realmente en el caso de España supone un cambio drástico respecto a la
educación tradicional, pero aun así, se suaviza el cambio por diversos motivos.
Estos motivos son, los discentes,
los docentes, la comunidad educativa y los medios con los que se dota a la
comunidad educativa, y de todos ellos son responsables los políticos.
En un primer momento, la reforma
política incluye este nuevo sistema educativo, pero sin suponer un cambio
drástico en la forma de tratar el contenido. Se aplicarán estas competencias
simplemente como contenidos transversales a las materias ya establecidas (que
se encargan a su vez, retroactivamente, de cumplir con las competencias
establecidas). Esto se debe a que no se tiene un conocimiento real de lo que
significa este tipo de educación, que no se conoce el camino para alcanzarla
por parte de los encargados de la legislación educativa.
Esto se suma a la falta de recursos
que se dota a la comunidad educativa y que no permite la formación de los
docentes en materia de desarrollo y evolución educativa, es decir, a los
maestros no se les proporciona el conocimiento ni la técnica suficiente para
educar con este estilo de enseñanza basado en metodologías activas
principalmente.
Y la falta de motivación en los
alumnos, acostumbrados a ser guiados en el conocimiento de manera metódica y
continua, ante el reto de enfrentarse ellos al contenido educativo y a su
desarrollo de cara al futuro.
Todo ello ha desembocado en una
mala aplicación de este modelo educativo completo que se viene arrastrando
desde la LOE y que, lejos de corregirse, se agranda con la nueva reforma
educativa LOMCE (pese a ambas centrarse en un modelo de evaluación por
competencias como es el informe PISA elaborado por la OCDE; que es del mismo
modo cuestionable, ya que una formación económica no está muy capacitada para
meterse en materia educativa).
¿Cómo se relacionan las TIC con
esta educación por competencias?
Nacen completamente ligadas la una
de la otra, y es que probablemente no se hubiese aplicado este modelo educativo
de no ser por el avance tecnológico que se ha producido en las últimas décadas
que nos ha llevado a replantearnos el paradigma ya no educativo, sino
científico y social.
La tecnología para la educación ha
sido el paso más grande que se ha dado desde la escritura para la conservación
del conocimiento. Ya que sirve para dar acceso a todo el mundo (igualitario, no
equitativo, ya que internet y esta tecnología no es gratuita) a un conocimiento
general y total de la especia humana, debido a que conecta el conocimiento de
todas las personas y lo pone a disposición del resto con el simple acceso
tecnológico.
Debido a esto, se malinterpreta la
educación para una sociedad en continuo desarrollo como el simple hecho de
dotar de tecnología a los alumnos y sus familias para que ya ellos tengan
acceso a la cultura. Esto no es así de simple, para tener acceso a toda esta
cultura es necesario un nivel del que partir, un apoyo inicial de base que nos
sirva para poder emplear la tecnología a nuestro antojo. Estoy hablando de que
es el profesor de quién se espera que eduque a los ciudadanos para poder
acceder al conocimiento a lo largo de su vida, el acceso no está completo si no
hay un conocimiento inicial que nos ayude a alcanzarlo.
Por tanto, esta educación digital y
tecnológica se va a emplear como un conocimiento transversal (clave) en
educación. Una competencia va a ser la que exija la implicación educativa para
permitir a los alumnos la continuidad en el aprendizaje por medio de la
tecnología.
Y las bases para conseguirlo es la
ya planteada dotación tecnológica al alumnado y la formación docente centrada
en el empleo de este material (hasta ahora poco trabajada).
BIBLIOGRAFÍA
- Decreto Nº132. Decreto
54/2014, de 10/07/2014, por el que se establece el currículo de la Educación
Primaria en la Comunidad Autónoma de Castilla la-Mancha, Toledo, España.
- Valle, J. & Manso, J. (2013). Competencias clave como
tendencia política educativa supranacional de la Unión Europea. Revista de
educación, Extraordinario, 12-33.